Lucía quería ser princesa 
de la noche fría 
sin embargo es como un fardo 
bajo la gran vía 
acurrucada sobre un lecho 
sin un techo, echo de cartón 
Lucía sabía que esa noche 
no resistiría, no siempre 
tras la noche resucita el día 
hay días en los que no está de Dios 
volver a ver el sol 
Ella entonces recordaba 
como siempre 
había sido abandonada 
desde aquella madrugada 
en que nació 
Creía que el cartón 
que cada día recogía 
la ocultaría de los yonquis 
y la policía, empeñados en buscarle 
otro lugar, donde dormir mejor 
Ella entonces recordaba 
como siempre 
había sido abandonada 
desde aquella madrugada 
en que nació 
Por aquellos que pasaron 
junto a ella, no comprendieron 
que su mala estrella 
era tan estrepitosa como un corazón 
Lucía de los cartones 
había sido abandonada 
por el guapo de cara 
que fue el primero 
que le prometio un amor 
dulce y sincero 
y que solo le dejo 
una foto y un dolor 
Lucía sentía un calor que no reconocía 
hacia tanto que ignoraba 
que era la alegría 
que una lluvia que caía 
desde dentro de su cuerpo 
la empapó 
Lucía sonreía, cuando al alba 
del siguiente día  
la encontraron sin color 
y totalmente fría 
y ya nadie pudo ni siquera 
dar un nombre, una razón 
Ahora ya no recordaba 
como siempre había 
sido abandonada 
desde aquella madrugada 
en que nació 
por aquellos que pasaron 
junto a ella, no comprendieron 
que su mala estrella 
era tan estrepitosa como un corazón 
Lucía de los cartones 
había sido abandonada 
por el guapo de cara 
que fue el primero 
que le prometio un amor 
dulce y sincero 
y que solo le dejo 
una foto y un dolor.