Que tan lejos se ve ese mañana
De fortuna, de paz y de luz
Me recuerdo cada madrugada
Recogiendo del suelo dolor
Y no me asusta
Me muestro fuerte
Como promesa de un Sol
Que no tiene final
Que no conoce el mar
Cuando vuelva de nuevo mi luz
No la pienso volver a empeñar
Me ver cada nuevo mañana
Cosechando del suelo el amor
Y me emociona
Y me conmueve
Como el regalo de un Sol
Que no tiene final
Que no conoce el mar
Y no me asusta
Me muestro fuerte
Como promesa de un Sol
Que no tiene final
Que no conoce el mar