No hay noche que sea tan noche para seguirte la huella
Me basta para encontrarte con lo que brilla una estrella
Mis ojos nacen de nuevo con la promesa del día
Y no es tan abismo mi vida vacía
Tu pueblo dormía en las sombras y por las calles desiertas
Mi corazón vagabundo golpeaba todas las puertas
Mi sangre te reclamaba y nadie le respondía
Tan solo el silencio de calles vacías
Con los ojos bien abiertos por si acaso amaneciera
Y en un rincón de tu pueblo tu corazón respondiera
Al llamado de mis ansias y al clamor de mi alma inquieta
Soñaba tenerte dormida o despierta
Cual naufrago en la tormenta busco quien pueda salvarnos
Y en el borde del abismo mis manos buscan tus manos
Por no morirme de frío llevo tu nombre en mis labios
Tu seno es refugio para mi cansancio
Por si acaso amaneciera yo quiero estar bien despierto
Para llevarte desnuda a que conozcas mi huerto
Los dos juntos nos iremos por la senda del olvido
Comiendo la fruta del árbol prohibido