Me dijiste que te ibas
y tus labios sonreían
mas tus ojos eran trozos de dolor,
no quise hablar,
sólo al final te dije adiós,
sólo adiós.
Yo no sé si fue el orgullo
o a qué cosa lo atribuyo
te dejé partir
sintiendo tanto amor,
tal vez hacía falta
sólo un ¡por favor!,
detente, amor.
No sé
dejarte en el olvido
no sé
no tengo valor
no sé
vivir si no es contigo
sin ti
no sé ni quién soy.
Desde el día que te fuiste
tengo el alma más que triste
y mañana, sé muy bien,
va a ser peor.
¡Cómo olvidar ese mirar desolador
que era amor!
No sé
dejarte en el olvido
no sé
no tengo valor
no sé
vivir si no es contigo
sin ti
no sé ni quién soy.